Mariana comenzó su actividad desde muy joven, realizando cursos de cocina como hobby. A los 18 años ingresó a estudiar en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) donde obtuvo el título de “Chef gastronómico profesional”.
Luego continuó realizando seminarios sobre esas temáticas, hasta que en en el 2003 decidió especializarse en pastelería estudiando en el instituto Pastelería Maestra.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu actividad?
Lo que más me gusta de mi actividad es poder trasmitir todo lo que aprendí, poder ayudar, despertar, inspirar, motivar poder brindarme íntegra y mostrarles que poniendo amor y pasión a las cosas todo se puede lograr
¿Qué se llevan los alumnos de tu clase y que te llevas vos de ellos?
Cuando participan de mis cursos lo que prima es lo humano. Realmente me encanta brindarles lo mejor de mí y tratando de ayudarlos en lo que necesiten tanto en la enseñanza como en brindarles una cuota de cariño u oído y que sepan que una vez que entran en la escuela cuentan con alguien para recorrer el camino.
De los alumnos me llevo muchísimo amor que lo brindan día a día, y crecimiento, me enseñan todos los días en muchos sentidos como dice el gran Serrat: «caminante no hay camino, se hace camino al andar».
¿Algún consejo que quieras darle a las personas que estudian con vos?
Algo que yo le digo a los alumnos: que nunca digan «no sé» , que siempre tengan la certeza que estoy en la escuela para ayudarlos y que puedan progresar cada día más
¿Alguna anécdota que quieras compartir?
Anécdotas tengo miles no las puedo contar porque me sonrojo jaja! Se arma un clima tan lindo en las clases donde nos sentimos tan en familia que salen muchas cosas divertidas pero me las guardo!!
Lo que sí quiero es agradecer a todos los que fueron mis alumnos y los que siguen siéndolo, ya que me ayudan a crecer y me ayudaron a descubrir mi gran profesión que es brindarme a los otros; porque si tengo que decir cual es mi profesión eso siento: que más allá de lo que diga un título, ellos entregaron mi título en la vida!