Ya no basta con cubrir las tortas de chocolate y adornarlas con cerezas La repostería creativa, las en auténticas obras de arte, con pisos inclinados y figuras de los más variados motivos
No se trata de emular las delicadas esculturas de grandes maestros de la repostería. Pero cada vez son más quienes se sienten artistas en casa gracias al fondant y el glasé real, que permiten decorar tortas con la imaginación como único límite.
El furor por la repostería decorativa se ha extendido desde Estados Unidos al mundo, promoviendo la organización de cursos y talleres, la apertura de establecimientos que ponen en manos del aficionado todos los utensilios y materiales necesarios, y la publicación de libros que adentran al lector en los entresijos de esta golosa afición.
NUEVO INSTRUMENTAL
La alacena necesita más que moldes de silicona, cortapastas, mangas pasteleras y paletas. La pastelería creativa avanza cada día para presentar nuevos productos, como las coberturas de distintos sabores y olores a base de cacao y sucedáneos de chocolate, que se funden en el microondas.
Además, herramientas que antes se restringían al ámbito profesional llegan hoy a las casas. Las posibilidades de personalizar las creaciones con fotografías o dibujos hechos para la ocasión se multiplican con la impresión de papel comestible, que permite llevar a una lámina de pasta de azúcar cualquier imagen.
Otro recurso es el aerógrafo, una pistola de pintura comestible que permite hacer difuminados y degradados en el fondant blanco y decorar con plantillas de una forma rápida, con un resultado muy profesional y sin necesidad de muchos conocimientos técnicos.
Colorantes, aromas -desde la tradicional vainilla al innovador chicle- y, para los menos avezados, preparados para hacer brownies, muffins, cupcakes o bizcochuelos de distintos sabores, a los que solo hay que añadir agua y aceite, hornearlos y ¡listos para decorar!.
UN NUEVO NICHO DE NEGOCIO
Además, la pastelería decorativa es un modelo de negocio para pequeños emprendedores, muchos de los cuales trabajan en su hogar sin grandes infraestructuras y venden a través del comercio electrónico.
Ellos dan forma a los más inverosímiles pedidos para convertir los sueños en tartas con trenes, autos de carreras, superhéroes, personajes de cuentos y hasta tatuajes de la persona amada para sorprenderla en un día especial.
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