Bienvenido Noviembre! En Mundo Pastel ya nos estamos preparando para las fiestas. ¿Pensaste en opciones para decorar tu casa? Si tenés vasos, copas o frascos de vidrio que ya no utilices, lo podés reciclar a nuevo con esta técnica super delicada y fácil. El esmerilado sobre vidrio! No sólo le da textura y transparencia a las piezas que decores, sino que también le dan un toque especial, por ejemplo, para crear fanales para una noche memorable.
Tenés varias opciones para hacerlo. Una es a través de productos líquidos o en aerosol que se venden para tal fin, y el otro es a través de la forma casera, que da un efecto similar. Esta última opción se consigue mezclando dos partes de barniz al agua con media de tiza en polvo o talco. (astrajewellery.com) Se aplica con un pincel o esponja sintética sobre el vidrio, y si querés, le podés dar un acabado mate con barniz en aerosol.
La cantidad que necesites de producto dependerá del rendimiento del mismo, del tamaño de la pieza, y las manos de pintura que le des, lo que le va a dar el grado de opacidad.
Dibujos
Si queremos crear un dibujo, entonces lo podemos calcar sobre un papel autoadhesivo, como un vinilo y pegarlo sobre la superficie que vamos a esmerilar. Así, el dibujo queda sin pintar, sino, aplicá un esténcil, para que el dibujo sea lo esmerilado.
Consejos útiles
- Antes de esmerilar, limpia el vidrio a fondo con un limpiador de cristales a base de amoníaco. Tu vidrio debe estar libre de polvo, huellas dactilares, suciedad, pelusa o cualquier otro contaminante. Una vez que esté limpio, utiliza un paño sin pelusa o guantes para manipularlo.
- Protegé tu área de trabajo de salpicaduras usando papeles de diario.
- Seguí bien las instrucciones de los productos para esmerilar! El trabajo con el aerosol debe hacerse al aire libre o en un lugar grande, ventilado (pero no ventoso) y libre de polvillo.
- Siempre tener en cuenta que no debe rociarse mucha cantidad sobre la misma superficie al mismo tiempo ya que se comenzarán a formar gotas y a caer por el vidrio, arruinando nuestro trabajo.
- Tapá todo lo que no quieras esmerilar con cinta de enmascarar. Si ves que se te manchó una parte que no querías, antes de que seque, con un trapito húmedo retirá el exceso, y si note gustó, también podrás limpiar y volver a esmerilar.
- Antes de quitar los adhesivos comprobá que el producto esté bien seco. Cuando esto pase, y te llegan a quedar imperfecciones en los bordes del dibujo, los podés limar con un cutter.
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