Una mousse de queso con una base crocante de galletitas trozadas parece ser la fórmula del sabor. Es que la torta cheese cake es riquísima y una de las más famosas del mundo.
Cada país tiene su receta y su historia se remonta al año 776 a.C. Y aunque su origen se lo disputan entre varios, los documentos más antiguos de su existencia se remontan a los Juegos Olímpicos griegos de aquella época, que muestran que este postre formó parte del menú de los deportistas de esa competencia.
De esta manera, serían los griegos los inventores de la cheese cake, una torta de queso que se acompaña con diferentes salsas y aderezos.
Cuenta la historia que la receta fue apropiada por los romanos en la época en que conquistaron las tierras griegas y luego la expandieron por el resto de Europa. Pero al expandirla resulta que fueron descubriendo que el queso era preparado en las diversas regiones con diferentes técnicas culinarias. Fue así como esta torta fue tomando diversas combinaciones.
En poco tiempo, la cheesecake se instaló definitivamente en la gastronomía europea y luego se expandió en América.
En Estados Unidos un productor de quesos intentó elaborar la receta de cheesecake que incorpora el queso francés Neufchatel y por error dio origen al reconocido queso Philadelphia. Este error haría surgir el famoso cheesecake americano.
En nuestro país se elabora con Mascarpone, Philadelphia y hasta con tradicional queso crema que usamos para untar las tostadas. Además, acompañamos la torta con salsa de frutas.
En cada rincón del mundo hay una variedad diferente de este postre, que puede prepararse de una y mil maneras, pero a todos nos gusta por igual.
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